lunes, 15 de octubre de 2007

Lunes en Beijing

Hola. En chino el sonido "b" no existe (según me han dicho). Ni la "j" (al igual que en muchos otros idiomas como el francés o inglés). Cuando los chinos pronuncian "Beijing" se oye "Pekín". Pero si llamamos Lleida a Lérida, o Girona a Gerona, no sé porqué no llamar Beijing a Pekín.

Bueno, hoy ha sido otro día tranquilo. Nos levantamos temprano, a las siete y media más o menos, pero es que aquí a las seis de la mañana ya se ve bien. Esta mañana, hemos hecho dos visitas en Pekín. Primero hemos estado por los "Hutongs", o "callejones", que son calles estrechas entre casas de una sóla planta en los alrededores de la Ciudad Prohibida, que es el centro de la ciudad. Nos han paseado por los Hutongs en triciclo - taxi. Los chinos tienen un manejo de la bicicleta fuera de lo normal.
Luego hemos pasado a una de estas casas tradicionales (que son muy pequeñitas), y hemos ido a una fábrica de seda, que, al igual que la del jade, está enfocada a las compras posteriores. Una pequeña máquina de hilar seda partiendo de los capullos de seda (esto si es curioso), unas señoras que estiraban los capullos hasta darles el tamaño de una sábana para el relleno de edredones de seda (es lo que utilizan en los hoteles en lugar de sábanas), y una gran tienda de productos de seda: edredones, sábanas, cubrealmohadas, y prendas de vestir. Ayer casi nadie compró nada en la fábrica de jade, pero hoy casi todos hemos comprado algo en la fábrica de seda. Nosotros un pequeño kimono rojo para María. Se lo hemos probado y le queda estupendo. Y no va a ser un recuerdo. Los recuerdos los compraremos en los sitios baratos. Va a ser su traje de bautizo. Había kimonos blancos, pero no le quedaban bien. El rojo es el color que más significado tiene para los chinos. En tiempos del imperio sólo podían ser rojos los edificios del emperador o de sus allegados.

Y a la vuelta comida en el hotel, hoy buffet, pero bien, a nosotros nos gusta casi todo (lo que cogemos del buffet, claro), y para los chicos nos han preparado filetes a la plancha, patatas fritas, arroz tres delicias, y unos pinchos de pollo que estaban suaves.
Y por la tarde, paseos, compras para la merienda (y cenas, que ya salimos poco a cenar), etc. Tranquilos, pero sin parar.

Voy a poner algún vídeo. Primero uno de fotos.



Y otro, antes de salir a las visitas, de juegos en el hall del hotel.

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